9 de abril de 2012

El Gobierno de Mali y los papeles de Tombuctú

Las revueltas desatadas en Malí a raíz del golpe de Estado y la irrupción de los fundamentalistas hacen que corra peligro la Biblioteca Kati, que contiene 3.000 manuscritos de la época de Al-Ándalus
JESÚS ARIAS/GRANADA HOY

El golpe de Estado que unos militares realizaron en Malí el pasado 22 de marzo, no sólo ha provocado las revueltas de los tuaregs y el avance de los integristas, que se han adueñado de algunas de las ciudades más importantes del país, como Tombuctú, sino que pone en peligro algo mucho más preciado: el legado histórico de miles de manuscritos de hace siglos. 3.000 de esos manuscritos están íntimamente emparentados con Al-Ándalus y su historia. Se trata de la conocida Biblioteca Kati, íntimamente emparentada con España. 

Hace años, un investigador maliense, Ismail Diadié Haïdara, anunció que, después de lustros de investigación, había conseguidor recuperar el legado de su familia, un legado de incluía unos 3.000 manuscritos, la mayor parte de ellos procedentes de la época de Al-Ándalus. 

Haïdara era descendiente de un alto linaje de Toledo, la familia Kati o Banu Quti (literalmente, la familia Goda), directamente ligada a Witiza, el último rey godo antes de la islamización de España. En el siglo XV, Ali ben Ziyad al-Qutí salió expulsado de Toledo y decidió instalarse en Tombuctú. Con él se llevó su importantísima biblioteca manuscrita que incluía tratados de matemáticas, de geometría, de religión, de filosofía. Y no sólo eso: su hijo Mahmud al Qutí sería el primer escritor negro conocido de la historia y el autor de una gran crónica general de África: el Takich el-Fettash. 

Entre los importantes documentos contenidos en esta biblioteca, hay tres libros de un enorme valor: un libro que escribió uno de sus antepasados, un Corán ceutí grabado en oro y una importantísima biografía de Abu Haq Es Saheli". 

Abu Haq Es Saheli. A muy pocos les sonará el nombre. Pues bien. Era granadino. Un poeta y arquitecto granadino nacido en 1290 que, por razones que se desconocen, tuvo que huir de Al-Ándalus. Después de recorrer Argelia y Egipto, recaló en Arabia Saudí, donde a Mansa Kankan Musa, el emperador de Mali, un hombre literalmente bañado en oro (Tombuctú era entonces el gran centro del oro en África). Mansa Musa acogió a Es Saheli y le pidió que construyera una mezquita. A cambio de 170 kilos de oro, el granadino alzó la Mezquita de Djingareyber, en la que, siglos después, se inspiraría Antoni Gaudí para sus diseños. 

 Haïdara buscaba financiación para preservar ese legado y ayudas para construir algún edificio en el que albergarlo. Finalmente, la Junta de Andalucía, a propuesta del consejero de Turismo del Partido Andalucista Antonio Ortega, construyó con 120.000 euros de presupuesto la Biblioteca Kati de Tombuctú a comienzos de la pasada década. Con el paso del tiempo, sin embargo, la comunidad autónoma se fue desentendiendo de ese proyecto, que ahora puede caer en manos de los fundamentalistas y provocar que desaparezca un legado centenario, único y romántico.

Para conocer la increíble historia de esta biblioteca y sus documentos, ver "Tombuctú"

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