El que la hace, la paga

... o mejor dichó, el que NO la hace, la paga.

Hoy he tenido un grupo de 8 pax para una visita guiada de la Alhambra y el Generalife.

Nada mas llegar al punto de encuentro: el Mapa del Pabellón principal del Generalife, una de ellas me dice: Usted fue nuestra guía hace 4 años!

Por un lado bien, estaba contenta de repetir, y se lo dijo con grandes aspavientos a los demás participantes del grupo.

... pero pocos minutos después me lo recordó: ¿Es usted la que tenía una amiga en Chicago?

¡Anda!, la de Chicago... enseguida me acordé:

Hace algunos años, tuve a una clienta de Chicago, que hablando y hablando de todas las cosas que se hablan durante una visita guiada privada (porque eso no ocurre con los grupos grandes), recuerdo que estaba muy interesada en que le pasara los datos de una compañera de trabajo que vive ahora en Chicago... y no se los dí. Recuerdo que pasaron algunas semanas, que le pedí a Israel los datos de su hermana, Rebeca en Chicago, y que me los dio... pero pasadas unas semanas, finalmente no se los pasé a la señora...

Y aquí estaba hoy la señora!, ¡recordándomelo!... ¡que fatiga!... Mira que el mundo es grande... y con los miles de turistas que nos encontramos cada año...y con el buen puñado de guías que hay en Granada, la mujer tiene que repetir conmigo!

Hoy no me he librado: he llamado a Israel sobre la marcha, y le he pasado el contacto de Rebeca.

Al final, lo que la señora quiere es una tienda de productos españoles en Chicago... de momento quiere comprar arroz bomba, pero seguro que picará con más cosas.

..Y tan contenta que se ha ido... sin rencores.