6 de septiembre de 2012

Ruth, José, la hoguera de la muerte y el análisis de sus huesos.

Estoy ciertamente conmocionada por el caso de los niño Ruth y José. Pienso que como el resto del país.

Parece increíble que 11 meses después hayamos conocido que los niños fueron quemados en la hoguera que José Bretón hizo en su finca "las Quemadillas" el mismo día de la desaparición de los niños.

Cuando todo esto ocurrió, lo primero en lo que pensó la Policía Criminal, encargada del caso fue, obviamente, que los más sospechoso era una hoguera en la misma finca... que no era un hoguera normal: construida en ladrillo y que José Bretón había cubierto con una enorme mesa de metal.

Dos días antes José Bretón había comprado más de 140 litros de gasoil... Era obvio que aquella "hoguera" no era normal.

Aparecieron huesos en la hoguera...y fue lo primero que la policía mandó analizar. Entonces entra la científica Forense, una tal Josefina Lamas... que alegremente, y sin dedicarles tiempo de análisis ni mucho esfuerzo, dijo que se trataba de ""huesos de animal".

Con este resultado, la policía, totalmente anonadada y confundida, buscó y buscó, siempre en las Quemadillas, pues estaban seguros que los niños no habían salido de la finca... llegando a ninguna conclusión y pensando que el caso nunca terminaría de resolverse.

Ayer...y toda la semana llevamos escuchando, leyendo y viendo en todos los medios de comunicación nacionales cómo ha sido todo: La policía preguntaba una y otra vez a la tal científica forense si realmente estaba segura de sus conclusiones...y la señora, llena de soberbia decía una y otra vez que sí... mujer arrogante, autoritaria, que no quiere que nadie intervenga en su trabajo, equivocada desde el primer momento, y sin dar su brazo a torcer. Escribió un segundo informe, de nuevo sin una segunda opinión, y sin nisiquiera sentarse delante de los huesos una vez más, manteniéndose en su primer argumento de que eran huesos de roedores...

Mientras tanto, tuvo que ser la pobre madre de los niños la que movió ficha, y le entregó los huesos a otro científico antropólogo quien, tomándose su tiempo, éste sí, confirmó que los huesos son humanos... apuntó tan "fino" que se atrevió a decir que eran de un niño de 6 años y 2 meses +/-40 días.

...Que haya tenido que ser la familia quien impulse una segunda investigación de los huesos es lo más meritorio del asunto.

Que la Policía no haya cuestionado aquel primer análisis en ningún momento, y haya aceptado como válido desde el principio aquel informe, a todas luces equivocado desde el primer momento, es lo más surrealista del asunto, teniendo en cuenta que los que forman parte del equipo de investigación son personas normales con el mismo sentido común que todos los demás mortales

Que una institución como la Policía, que está obligada a hacer el mejor trabajo posible, no haya cuestionado un informe que a todas luces y durante meses y meses estaba claro que era erróneo... con el consecuente retraso de hasta ¡11 meses! en la obtención de la verdad, es lo menos profesional que hemos visto en muchísimo tiempo.

¿Cuántos más errores de una sola persona no cuestionados ni discutidos habrán dado lugar a juicios y resoluciones de casos equivocados?

Está bien que esa mujer haya sido destituida de su cargo... a la hora de dar cargos de tantísima responsabilidad, habría que hacer también tests psicológicos de la personalidad, pues la arrogancia, la soberbia y la intolerancia son totalmente incompatibles con determinados puestos de trabajo.

El error no ha estado en la equivocación que tuvo la científica forense en su análisis inicial, sino en su "empeño" en no dar su brazo a torcer. Si Josefína Lamas no hubiera tenido la personalidad que tiene, habría aceptado un segundo informe externo... o de otro compañero del departamento...y todo el asunto de los niños Ruth y José se habría resuelto hace muchos meses.

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