La de ayer se tituló: "La época nazarí: Comentarios sobre le Milenio de Granada" y la impartió M. Jesus Viguera Molins.
De entre todas las cosas que dijo, que fueron muchas y muy, muy interesantes, me quedo hoy con una par de ellas, las que más me emocionaron:
1- Dijo que era un privilegio que esta ciudad tenga una crónica real contada por alguien y escrita en el siglo XI. Las memorias del rey Abd Allah,último rey de la dinastía zirí tituladas "El Siglo XI en primera persona" constituyen una de las más interesantes fuentes musulmanas de la España medieval. La profesora dijo que no existe nada parecido en todo el mundo, salvo las memorias de una princesa rusa, también escritas en el siglo XI, pero que no son comparables en calidad con las memorias de Abd Allah.
2- Que esta ciudad es de las pocas en el mundo que tienen constancia de su fundación, con el siguiente párrafo de las Memorias de Abd Allah.
Sabedores los Ziríes de
que el enemigo reclutada tropas y las concentraba para venir a atacarlos,
reunieron a los habitantes de Elvira y les dijeron "nosotros no hemos venido
para ser causa de la ruina de vuestra tierra, ni nos hemos instalado en ella por
la fuerza. Si vinimos fue por vuestra libre elección. Ahora se encaminan estas
bandas a atacarnos. Si estamos seguros de vuestra lealtad os defenderemos, pero
si no ha de ser así, avisádnoslo y nos iremos de aquí en los mejores términos,
ya que no han de faltarnos bienes que conquistar con nuestras espadas". Los
habitantes de Elvira les respondieron: "manteneos en vuestro propósito de
combatir al enemigo, defendiéndoos y defendiéndonos porque nosotros somos
vuestros súbditos obedientes y nos fiamos de vuestras cortantes espadas".
Entonces Zawi Ibn Ziri les añadió: "Si tal es vuestra opinión, lo mejor que
podemos hacer es abandonar esta ciudad y elegir para instalarnos, cerca de ella,
un lugar mejor fortificado en el que podamos refugiarnos con nuestras familias y
nuestros bienes porque la guerra tiene muchas alternativas y se puede vencer o
ser vencido y ser tenido, en este caso, por incapaz. El mismo Profeta -¡Dios lo
salve!-, cuando los politeístas reclutaron tropas para atacar a Medina, ordenó
cavar un foso en torno a la ciudad y prescribió la resistencia enérgica. Y si
procedió así, estando asistido por la revelación, ¿qué no debemos hacer
nosotros? Dijeron más los Sinhaya a los habitantes de Elvira "estamos dispuestos
a no imponeros estos tribunos que soléis pagarnos tan puntualmente, con tal que
gastéis ese dinero en lo que os concierne, es decir, fortificando vuestra ciudad
y reclutando entre vosotros milicias de infantes, sostenidas a vuestra costa, y
que os servirán como auxiliares en materia de vigilancia, espionaje y otras
análogas. Reclutad, pues, a cuantos sepáis que pueden hacer servicio armado o
bien construid una muralla pues, si no lo hacéis, siempre habrá una brecha por
la cual pueda entraros la desgracia". Los habitantes de Elvira oyeron con agrado
estas palabras que aumentaron a sus ojos el prestigio de los Ziríes y, por
unánime decisión, se resolvieron a escoger para su nueva instalación una altura
que dominase el territorio y una posición estratégica de cierta elevación en la
que construir sus casas y a la que trasladarse todos, hasta el último; posición
de la que harían su capital y en cuyo interés demolerían la mencionada ciudad de
Elvira. Y contemplaron una hermosa llanura llena de arroyos y de arboledas que,
como todo el terreno circundante, está regada por el río Genil, que baja de
Sierra Nevada (Yabal Sulayr). Contemplaron así mismo el monte en el que hoy se
asienta la ciudad de Granada y comprendieron que era el centro de toda la
comarca ya que tenía delante la Vega, a ambos lados los términos de Al-Zawiya y
detrás el distrito del Monte. El lugar les encantó porque vieron que reunía
todas las ventajas y se dieron cuenta que estaba en el punto central de una
región muy rica y en medio de sus focos de población y de que, si un enemigo
venía a atacarlo no podría ponerle sitio ni impedir en modo alguno que sus
habitantes se aprovisionasen dentro y fuera de todos los víveres necesarios. En
consecuencia, y en tanto Elvira quedaba arruinada, comenzaron a edificar en
aquel sitio, y cada uno de los hombres del grupo, lo mismo andaluz que bereber,
procedió a levantar allí su casa.
3- Que por estas dos razones, Granada se merece la celebración de la conmemoración del Milenio y que todos debemos colaborar y apoyar esta celebración.
4- ... y algo que también me conmovió: Cuando ella viene a Granada, y ve los álamos, recuerda su lectura del libro de Abd Allah, que también habla emocionado de los álamos de Granada... ya veis!, Mil años, y ahí siguen!
Felicidades, profesora Viguera, fué un placer escucharle!... y felicidades por la gran memoria que tiene: dio detalles de documentos, autores, bibliografías y satisfizo la curiosidad de todos los asistentes.
...continuará!
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