El Patio de los Leones de la Alhambra, el más emblemático del monumento nazarí, abrirá de nuevo al público en los primeros meses de 2012 con una nueva solería de mármol blanco de Macael, que permitirá a los visitantes poder acercarse a la fuente, inaccesible para los turistas desde los años 90.
La investigación arqueológica realizada en este enclave ha desvelado que originalmente no hubo un jardín en este patio, sino más bien un pavimento que no ha podido ser determinado. Durante su intervención en el Congreso Internacional de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, en el Parque de las Ciencias de Granada, el arquitecto conservador del Patronato de la Alhambra y el Generalife, Francisco Lamolda, ha explicado que esa idea de jardín es descartable puesto que la localización superficial de la roca subyacente, lo conocido como «conglomerado Alhambra», «hace inviable la existencia de un espesor mínimo de tierra vegetal» que hiciera posible el desarrollo de una plantación.
De hecho, solo durante la ocupación francesa, entre 1810 y 1846, este lugar lució rosas, jazmines y arrayanes, que fueron plantados por orden del general Sebastiani. El estudio de la documentación histórica al respecto -la que posee el propio Patronato y la procedente de otros archivos nacionales- ha podido determinar que el patio estuvo en algún momento recubierto por solería, probablemente enlosetado de mármol, aunque no se han localizado restos de esa pavimentación por la operación que se ejecutó a principios del siglo XX que vació los cuatro cuadrantes que flanquean la fuente.
Metodología científica
La intervención, la primera que se ejecuta con metodología científica en este patio, ha descubierto además la existencia de construcciones previas al palacio tal y como hoy lo conocemos, el que fue promovido por Muhammad V. Probablemente estos vestigios, entre los que se encuentra una canalización de agua que ejerció como una de las arterias principales de la acequia real, la mayor fuente de abastecimiento del monumento, corresponden a un palacio atribuido a Ismail I, en cuyo jardín o riyad se construyó en el siglo XIV el edificio que hoy permanece.
Los trabajos ejecutados han incluido la renovación de todo el circuito hidráulico de la fuente, por razones de conservación, puesto que fue precisamente la mala calidad del agua --contaminada y con mucha concentración calcárea-- que circulaba por los surtidores la que ha provocado a lo largo del tiempo el deterioro de las esculturas de los leones, que tuvieron que ser retirados en 2007 para su restauración.
Nuevo sistema hidráulico
Los doce leones, que, según ha evidenciado su recuperación, tienen todos motivos distintos y apenas ninguno conserva sus orejas originales, volverán a su ubicación habitual a finales de este año, para comenzar a probar el nuevo sistema hidráulico, que filtrará el agua y vigilará su temperatura para evitar posibles afecciones a la fuente y a las propias esculturas, a las que se les devuelve su papel de surtidores.
La nueva solería de mármol de Macael, similar a las de las galerías o a la del Patio de Comares, comenzará a instalarse también para finales de 2011 y se calcula que el proceso culminará en enero o en febrero de 2012, de manera que en esa fecha el público podrá de nuevo disfrutar de este emblema, que además conservará los cuatro naranjos que la flanqueaban.Desde los años 90 una catenaria impedía a los turistas acercarse a la fuente, puesto que los chinos que desde 1987 rellenaban las cuatro artesas que la rodean se esparcían por el resto de los palacios nazaríes y ponían en riesgo su conservación. Ahora, y aunque la fuente estará vigilada y protegida, sí se podrá circular por el patio, desde el que se podrán observar todos los detalles de los leones tras su restauración, sus motivos vegetales, sus volutas, sus pezuñas e incluso sus nuevas orejas, que se distinguen a simple vista como nuevos elementos, que se han reconstruido a base de una mezcla de cal y marmolina.
2 comentarios:
Buenas noticias, espero que no nos vuelvan a engañar, pues también digeron que terminarían en el 2010, después en el 2011... Bueno, no seamos desconfiados.
Lo que no me ilusiona mucho es que el público se pueda acercar a la fuente, pues va a ser imposible obtener una foto sin el clásico turista al lado.
Ya me cayo, que van a llamarme gruñón, jajaja.
Gracias una vez más María Angustias.
Ay, ay, ay, cuanto me gustaría poder editar mi comentario anterior para corregir ese "digeron" con "g" y ese "cayo" que no es verbo, sino accidente geográfico.
Mis disculpas
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