19 de septiembre de 2010

El caso clínico de Fernando Pessoa

En 1990 se publicó un estudio psíquiátrico sobre Fernando Pessoa, la polémica surgió cuando se decía que Fernando Pessoa era esquizofrénico. El estudio lo firmaba un psiquiatra portugués llamada Mario Saravia.
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Mario Saravia viene, en su libro, a demostrar la esquizofrenia y desequilibrios de Fernando Pessoa a partir de su misma obra escrita, la que nunca publicó, pero que tras su muerte salió a la luz.
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Son conocidas las condiciones de obcecación en que Fernando Pessoa trabajaba…día y noche, siempre que el insomnio se lo permitía; le bastaba con estar despierto para verter al papel sus pensamientos. No elegía las horas ni aprovechaba la mejor disposición para escribir, escribía ininterrumpidamente, desordenadamente, guardando todo de igual manera, circunstancia que explica la disparidad que se observa en sus composiciones. Momentos lúcidos e inspirados dieron lugar a Mensagem y ciertos poemas; ocasiones en que se hallaba bajo la influencia de la perturbación mental propiciaron estrofas de incierta calidad y otras oscuras.
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Al morir Pessoa, le publicaron todo lo que le encontraron en su casa, en el arcón que él consideraba inviolable, que llenaba de todos sus papeles, en el que guardaba de manera desordenada todo lo que producía. Había cartas de amor, correspondencia que nunca envió, manifiestaciones de su intimidad...Si para la posteridad se hubiera dejado a Fernando Pessoa únicamente como el autor de lo que él publicó, quedaría en la historia de la literatura como un autor prestigiado, el poeta inspirado del Mensagem y se le habría evitado la divulgación sin escrúpulos de documentos que mostrado al desnudo su personalidad débil y enferma.
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Cuando Fernando Pessoa se mostraba en vida al exterior, procuraba ocultar los males que el se sabía y que al saberlos en su horrible gravedad, más le hacían sufrir. Debe decirse que siempre consiguió ocultarlos, incluso entre los compañeros más allegados. Pero en la intimidad de su casa, escribía y decía todo. Incluso lo que no quería...
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La inestabilidad psíquica de Pessoa despunta, según Saravia, en todos sus escritos. Fue constante por que era congénita y se manifestó en estados extremos de signo opuesto, con predominio de los depresivos. Tenía crisis durante las que se mantenía incomunicado. Fernando Pessoa soportaba fortísimas depresiones, en las que sus amigos lo buscaban sin éxito, trataban de comunicarse con él sin éxito. En contraste con los “hundimientos”, manifestaciones de su insuficiencia vital, el poeta era asaltado por impulsos y exaltaciones violentas de anormales reacciones creadoras en tanto que los pensamientos o imágenes surgían rapidísimas en distintas direcciones, atropellándose, confundiéndose e impidiéndose mutuamente avanzar hacia una conclusión ordenada y clara, resultando de ahí, como es lógico, producciones literarias incoherentes e intangibles.
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Fernando Pessoa decía en “páginas autobiográficas”: “mis escritos han quedado siempre inacabados, siempre se han entrometido nuevos pensamientos, extraordinarios, inevitables asociaciones de ideas que solo acaban en el infinito…a propósito de cualquier cosa simple, surgen diez mil pensamientos y diez mil interrelaciones entre estos diez mil pensamientos y no tengo fuerza de voluntad para detenerlos o eliminarlos. Ocurren en mí, no son pensamientos míos, sino pensamientos que pasan a través de mí".
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Un ejemplo de crisis de producción: “Un día me acerqué a la cómoda y tomando un papel, comencé a escribir de pié, como escribo siempre que puedo. Y escribí treinta y tantos poemas de un tirón, en una especie de éxtasis cuya naturaleza no conseguía definir".
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En los casos de individuos comunes, la esquizofrenia provoca comportamientos diferentes; pero en el caso de en un escritor genial como Pessoa, ésta generó comportamientos literarios variados, dividiéndolo en los distintos escritores que fueron los heterónimos.
Es interesante el autoanálisis que el mismo Pessoa hace de si mismo: “no se si es un privilegio si una enfermedad, la constitución mental que la produce. Lo cierto, empero, es que el autor de estas líneas nunca tuvo una sola personalidad, ni pensó nunca, ni sintió sino dramáticamente, esto es, en una persona o personalidad supuesta... A cada nueva personalidad, que el autor de estos libros consiguió vivir dentro de sí, le dio una índole expresiva e hizo de esa personalidad un autor con un libro o libros, con las ideas, las emociones y el arte de los que él , el autor real (o quizás aparente, por que no sabemos lo que es en realidad), nada posee, salvo haber sido,. Al escribirlas, el “medium” de figuras que el mismo creó...Ni esta obra ni las que la seguirán tienen nada que ver con quien las escribe, Ni está de acuerdo con lo que en ellas está escrito ni disiente. Como si se le dictara, escribe. Como si se lo dictar aun amigo…
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Estas confesiones nos obligan a admirar la franqueza y espontaneidad con que el poeta nos abre su espíritu. Será muy difícil encontrar otro enfermo que describa con tanta riqueza de detalles su estado mórbido como él lo hace, y lo hace casi continuamente...
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“No se cuantas almas tengo. A cada instante cambié. Continuamente me extraño. Nunca me vi ni me hallé." “Bien se que estoy enloqueciendo Bien se que habla en mí quien soy. Si, pero en tanto no me rindo, Quiero saber por dónde voy". “Quiebro el alma en pedazos
Y en personas diversas”
En la evolución normal de la enfermedad esquizofrénica, se va acentuando la progresión de la disociación psíquica hasta llegar a la disolución completa de la personalidad, esto es, la demencia. Según Saravia, Fernando Pessoa, al fallecer a los 47 años de edad, no tuvo tiempo de llegar al final del proceso.

3 comentarios:

Angel dijo...

Que tal, cual es el nombre del libro? Saludos.

mavaldecasas dijo...

El libro se llama "El Caso clínico de Fernando PEssoa" es el mismo título.

Suerte en encontrarlo.

un saludo

Angel dijo...

Suelo hacer esas preguntas, je.
Me sirvió el artículo, saludos y gracias.