Se pretende atraer a miles de visitantes en la que va a ser la principal atracción de este bello espacio natural situado en el Bronx neoyorquino
IDEAL DIGITAL GRANADA 220.05.11 - 01:29 -
JUAN PABLO NÓBREGA NUEVA YORK.
Lo que empezó siendo un proyecto dedicado a los cítricos del Mediterráneo se ha convertido en la primera gran exposición sobre los jardines de la Alhambra en Nueva York. Durante tres meses, a partir de mañana, el Jardín Botánico de la ciudad brinda la posibilidad de saborear algunos elementos esenciales del monumento sin necesidad de viajar a Granada. Sobre todo, plantas y flores, pero también elementos decorativos emblemáticos, una interesante colección de grabados y fotografías conservadas en instituciones neoyorquinas, y hasta una selección de poemas de Federico García Lorca que serán leídos por autores estadounidenses e hispanos.
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Con semejante homenaje, los comisarios de 'Spanish paradise: gardens of the Alhambra' pretenden atraer a miles de visitantes en la que va a ser la principal atracción de este bello espacio natural situado en el barrio del Bronx durante todo el verano. La exposición explorará las riquezas de espacios como los jardines del Generalife a través de una espectacular reinterpretación bajo las cúpulas acristaladas del gran invernadero situado a la entrada del Botánico.
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Plantas, fuentes y elementos arquitectónicos aparecen combinados con gracias para iluminar la integración entre diseño y naturaleza tan presentes en el monumento árabe. Los creadores han huido de la copia aunque, cuando se atraviesa la superficie de casi 2.000 metros cuadrados dedicada a la muestra vegetal, buena parte de la esencia de la Alhambra está ahí, la mezcla de olores y colores dominando el recorrido.
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Entre la variedad de especies que compiten a lo largo del paseo sobresale el romero, las lilas, las buganvillas, las palmeras. Tampoco faltan limoneros, cipreses o granados.
También se han creado una serie de rincones que ilustran algunas de las características más notables del complejo de la Alhambra. Por ejemplo, una pequeña balsa por la que fluye el agua para demostrar los sofisticados sistemas hidráulicos, una composición de arcos triples, una fuente. Todo para dar una idea precisa de «como los árabes supieron fusionar arquitectura, horticultura e ingeniería y crear un entorno que es a la vez tranquilo y placentero para los sentidos y completamente evocativo de lo que es la Alhambra», destaca el Jardín Botánico en la presentación del evento.
Washington Irving 
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En la galería dedicada al repaso histórico del monumento nazarí aparecen las primeras vistas topográficas de la ciudad de Granada con la estructura del palacio destacando en lo alto del paisaje. También se muestran las primeras vistas interiores que se conocen, como un grabado de 1665 atribuido al francés Louis Meunier. Luego hay meticulosas ilustraciones, parte de un libro publicado por el inglés Richard Twiss en 1775, que revela la percepción que se tenía en la sociedad británica de la arquitectura islámica a la que atribuyen una influencia decisiva en la construcción de sus propias catedrales góticas.
No podía ser de otro modo en tierras americanas y la exposición reserva un lugar privilegiado al escritor Washington Irving, para muchos el gran descubridor de la Alhambra para la modernidad. Un retrato suyo preside una completa sección en donde se recogen algunos de los pasajes más intensos de su paso por la ciudad, sus textos mágicos que inspiraron luego a tantos a hacer las maletas con la firme intensión de acampar a sus anchas bajo los arcos del monumento.
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