19 de marzo de 2012

¿Y ahora, dónde vamos? Nadine Labaki

Ayer, asomada al balcón de mi "oficina-biblioteca-almacén" de mi casa, pasó Angeles por delante mío en la calle, y me invitó al cine: "... No sé, una película turca que ví anunciada en televisión... ¡venga!, que empieza en un cuarto de hora!, vístete y vente, te compro la entrada..." Así sin saber qué película, me tiré a la calle...

Ultimamente estoy muy poco al tanto de las películas que hay en cartelera, y sé que se me están "escapando" muchas... no salgo casi nada, tengo mucho trabajo y no veo a casi nadie.

Ya dentro, me entero de que la directora es la misma que la de aquella película preciosa titulada "Caramel" que tanto me gustó, así que me alegré de estar en mi butaca delante de la pantalla y preparada para ver una película de Nadine Labake.

La foto que aquí os enseño es la primerísima escena de la película, ¿Y ahora, dónde vamos? mientras la narradora comienza a contar la historia de su pequeño pueblo, en mitad de la nada, del desierto de una zona conflictiva de algún país de Oriente Próximo donde todos se matan entre ellos por cuestiones de religión...

En la escena hay un puñado de mujeres, unas 20, todas vestidas de negro, andando bajo un sol infernal hacia algún lugar, acompasadas, al mismo ritmo, todas a la vez, todas con la mano en el pecho y moviendo la cabeza y el cuerpo entero de arriba a abajo y a los lados en un ritmo lento al sonido de una música que te toca la fibra... La escena dura varios minutos, y ya desde ese momento, todos en la sala sabemos que la película va a ser especialmente sensible, !que manera de comenzar!

¿Y ahora dónde vamos? Narra la historia de ese pequeño pueblo (del que no nos dicen el nombre) y de sus habitantes, sobre todo, es la historia de las mujeres del pueblo que, a costa de lo que sea, tratan de mantener la paz entre las dos comunidades del pueblo, la musulmana y la cristiana, intentando por todos los medios que los "cafres" de los hombres, todos ociosos, no lleguen a enfrentamientos entre ellos. Lo hacen con la complicidad del Iman y del sacerdote del pueblo, que también están empeñados en mantener la paz en la comunidad.

Cada chispa que se enciende en la comunidad, son las mujeres quienes la apagan, es una tensión diaria, cada día salta una chispa, y todas a una buscan estrategias para que los hombres no se metan en problemas entre ellos.

La película está plagada de momentos cómicos, aunque en el trasfondo, la historia es un verdadero drama. La tensión a la que están sometidas las mujeres, a diario, vigilando, aplacando la furia de sus maridos, hijos y hermanos es incesante. Recuerdo que en un momento dado de la película le comento a Angeles que eso es insostenible, cada día hay una "crisis" en la comunidad...

Creo que ningún hombre habría podido hacer una película así, con este planteamiento y este punto de vista;  solo una mujer que conoce el drama de las mujeres de estos pueblos y ciudades, que cada día tienen que llorar la muerte de los suyos, sus maridos, hermanos e hijos, ha podido hacerla. Desde la música, pasando por la presentación de los personajes, el humor, las conversaciones, la amistad inquebrantable entre ellas... solo una mujer percibe todo eso y lo puede plasmar en semejante obra de arte.

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