CARTA DE FEDERICO GARCIA LORCA A SU AMIGO ANGEL DEL RIO
Fechada en Eden Mills, Vermont, última decena de agosto de 1929.
Queridísimo Angel:
Te escribo desde Eden Mills. Muy divertido. Es un paisaje prodigioso, pero de una melancolía infinita.
Una buena experiencia para mí. Ya te contaré. Hoy solo quiero que me digas la manera que tengo de encontrarte para marchar con vosotros dentro de unos días.
No cesa de llover. Esta familia es uy simpática y llena de un encanto suave, pero los bosques y el lago me sumen en un estado de desesparación poética muy difícil de sostener. Escribo todo el día y a la noche me siento agotado.
Angel: escribe a vuelta de correo cómo podré encontrarte. Cuando pienso que puedo "beber" en la casa donde vives, me pongo muy alegre.
Ahora cae la noche. Han encendido las luces de petróleo y toda mi infancia viene a mi memoria envuelta en una gloria de amapolas y cereales... pero en el lago no canta ni una rana.
Urgente el coñac para mi pobre corazón. Escríbeme y yo iré a buscarte.
p.d.: preseguido en Eden Mills por el licor del romantismo... esto es acogedor para mí, pero me ahogo en esta niebla y esta tranquilidad que hacen surgir mis recuerdos de una manera que me queman... ¡Addio, mío caro!
fechada en Eden Mills, Vermont, ultima decena de agosto de 1929
Este es un hermosísimo paisaje del lugar que he visitado. Las letras del letrero lo achican, pero si observais, notareis la grandeza y serenidad que tiene. Así es todo este país. Las montañas están cubiertas de pinos y los lagos se suceden unos a otros, dando lugar a rincones y perspectivas de mucha belleza pero de demasiada monotonía.
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