Bien pues unos días después, ésto es lo que encontré, la fuentecilla sobre esas barras de hierro que, tengo que confesar, no pensé para qué podrían servir.
!Una polea!
A todos nos llamó la atención, los métodos tan "tradicionales" ... y un poco rudimentarios, utilizados para trabajos tan importantes: poleas de cadenas, tiras de tela, barras de hierro... no sé, uno se espera algo más sofisticado, pero está claro que las herramientas del mundo son las que son...
Todos sentímos la emoción de ver "qué podía haber debajo"... el corazón, un poco encogido... ¿un tesoro escondido? ¿un muerto?
El trabajo terminó montándola en este carro... y llevándosela, pero eso ya no lo pude fotografiar, pues tenía que continuar con mi visita.
1 comentario:
¡¡¡Madre mía!!! Me moriré sin ver terminado este patio. Por lo que veo le quedan años por terminar.
Cada vez que publicas algo sobre el Patio de los Leones, un gesto de esperanza se me dibuja en la cara.
Gracias por la información
Publicar un comentario