16 de enero de 2012

Santa Sofía, Hagia Sophia


Cuando visité Santa Sofía, iba buscando lo que todos: la iglesia que después fue una mezquita. Así, reconocí primero la planta basilical. Reconocí los grandisimos paneles con escritura árabe colgados por todas partes... enormes. El mihrab, algo desplazado del centro por la orientación que busca... y embutido en el Altar Mayor de la antigua iglesia. Los capiteles de las enormes columnas...

 Los mosaicos: increíbles y excelentemente bien conservados



Algunos de ellos, muy expresivos... pensando que son mosaicos medievales...
 ... como este también. El emperador Constantino nada menos
















La Basílica conserva aún muchísima pintura
... y las lámparas espectaculares...

A los visitantes nos impresiona las dimensiones (durante más de 1000 años ha sido la catedral más grande del mundo), también la belleza de todo lo que se ve: mosaicos, columnas, frescos... paneles con escritura árabe, lámparas por todas partes a una altura bajísima, el mihrab...

Pero a mí, al terminar la visita (no saqué ni una sola foto de todo esto que os enseño, todas están sacadas de internet)... me quedo con un detalle, que es al final lo que más me ha impresionado de todo: Santa Sofía lleva construida 1650 años... ha resistido guerras, cambios de culto... pero nadie se ha atrevido a destruirla...

Conservación, conservación, conservación durante más de 1500 años, unos y otros han entendido el valor de la edificación... y ahí sigue, en pie, da igual del culto que sea... finalmente hoy nadie reza en Santa Sofía, en ninguna religión, sino que es un monumento visitado por todos. Ojalá aguante otros 1650 años más.

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